Tarta Sacher

Últimos trozos

Recuerdo cuando era pequeña y cogía unas fichas de cocina que tiene mi madre ordenadas en una caja-archivador de plástico. Estaban separadas por platos calientes, entrantes, postres, etc. y me encantaba mirar las fotos. Pero de todas siempre había una que me llamaba la atención sobre las otras, solo una. La única que conseguía meterme en la foto, oler y saborear aquel pastel.

El tiempo pasó (con mis más y mis menos en la cocina jeje) y las fichas siguen en la cocina de mi madre. Pero fue hace unos meses que vino de visita y me regaló una revista sobre postres donde volví a reencontrarme con ella: la Tarta Sacher.

Tengo que decir que desde hace como un año o poco más, soy una gran aficionada (y cada vez más apasionada) a la repostería. Comencé haciendo dulces para mis niños y he acabado vendiendo por encargos semanales y haciendo algunos mercados. Con lo cual esta receta regresó en el mejor momento, el momento que POR FIN la haría con mis propias manos. 
Y así fue. Hace una semana.

¿El resultado? Un unánime "hazla otra vez porfa!!!" con la consiguente gran sonrisa en mi cara como respuesta. 

(De hecho, no sé si habéis visto el anuncio de pizza donde la madre se levanta a por agua y al volver solo queda una porción para ella, y mira a sus niños y piensa "como me apetece!, no me miréis así, que malos" y comienza a partirla en trozos más pequeños pensando "no lo hagas! lo estás haciendo, lo estás haciendo"... así acabó la última porción de esta tarta).

Sabrosa, riquísima, no dulce en exceso, y nada complicada de hacer. Perfecta para chocolateros.

Como siempre hay versiones con pequeñas variaciones de una misma receta pero yo os pasaré esta misma que hice.
Cuando algún postre me gusta acabo modificando algo y haciéndolo mio. Si esto ocurre, os daré la nueva versión.

¡Ale! A la cocina y a chuparse los dedos después :)

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